Desde el Amor. Homenaje a Soledad Cazorla en el tercer aniversario de su fallecimiento.

Hoy hace tres años que murió Soledad Cazorla Prieto. A modo de homenaje reproducimos aquí el texto que Joaquín Tagar, su marido, ha leído en la rueda de prensa celebrada hoy para la presentación del II Informe Anual del Fondo de Becas y la Presentación de las II Jornadas sobre huerfan@s de la violencia de género: Hacia la reparación del daño.

Desde el amor

Hoy hace tres años que Soledad Cazorla Prieto, Fiscal de Sala de Violencia contra la mujer, mi mujer y madre amorosa de mis tres hijos nos dejó a causa de un derrame cerebral masivo.

Así era Soledad, todo lo vivía con intensidad. En los últimos diez años de su vida estuvo dedicada en cuerpo y alma a proteger a las mujeres contra sus maltratadores y cada asesinato de una lo sentía como si fuese alguien de su entorno. La igualdad y la protección de las mujeres eran su objetivo. “Esto no es una guerra de hombres contra mujeres –decía con frecuencia- sino de toda una sociedad contra unos tipos que son maltratadores, que no quieren la igualdad, que quieren dominar a una mujer porque hay una relación afectiva”.

Su lucha por la igualdad fue otro de sus objetivos prioritarios y hoy –a propósito de la sentencia de la Manada- es bueno recordar esto que escribía en un trabajo sobre la LA JURISPRUDENCIA DE LA SALA SEGUNDA SOBRE LOS DELITOS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER: “Hay víctimas que influidas psíquicamente por el miedo a agresiones a su integridad y dignidad, aun negándose a las relaciones sexuales, soportan las mismas al verse impotentes y saber lo que le espera si la resistencia que ofrecen es de mayor intensidad”. Pero una sentencia del 7 de mayo de 2009 del tribunal Supremo lo deja claro: “El clima intimidatorio y la percepción del riesgo es inequívoca y absolutamente natural en una persona que ha tenido las vivencias de la víctima, por lo que la penetración se realizó en circunstancias de terror que configura el elemento intimidatorio que tiene en cuenta la sentencia para condenar por agresión sexual intimidatoria y con penetración vaginal”.

Por todo esto, porque Soledad no se quedaba a medias en nada de lo que tocaba –fue la fiscal del caso Edelweis, abusos a menores, y del caso Banesto en el Supremo- nuestros hijos y yo hemos promovido con la Fundación Mujeres el Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto para atender a los huérfanos y huérfanas de las madres asesinadas por sus maridos o parejas. No olvidemos que son niños y niñas que tienen por padre al asesino de su madre.

 

Madrid, 4 de mayo de 2018